El Bosque Estatal de Guajataca nos ofrece veredas seguras para sumergirnos en la belleza natural de nuestra hermosa Isla del Encanto.
Para llegar al mismo tomamos la carretera #2 hacia el oeste y al llegar al pueblo de Quebradillas hivimos una izquierda en la Carr.446 (la cual tenía un rótulo de el Bosque Estatal de Guajataca).
Al llegar al área de estacionamiento pudimos observar un mapa con las veredas marcadas y le tomamos una foto para poder seguir los diversos caminos. Uno de estos caminos llamó nuestra atención, el camino #1 que conduce a la Cueva del Viento.
Los caminos son bastante anchos y mi pequeña aventurera nos sirvió de guía.
El camino hasta la Cueva del Viento está muy bien rotulado, no tuvimos que utilizar la foto del mapa para guiarnos hasta allí (pero los otros caminos no creo que estén tan bien rotulados como este).
La vereda se conserva limpia y nuestra familia secunda al DRNA cuando nos invita a disfrutar de los encantos de nuestra isla, pero conservando las áreas naturales limpias.
A partir de este letrero tuve que guardar la cámara por un rato porque comienza la vereda fangosa e inclinada de la cual les hablé al principio.
Estas escaleras te sumergen en el mágico mundo subterráneo que mi Lola recién descubre y que nos provee horas de tiempo de calidad explorando en familia.
Para explorar la cueva, es importante que lleven una linterna porque la oscuridad es absoluta después de cierto punto.
Las formaciones son increíbles… aprovechamos para repasar los nombres de las mismas, admirar su formación y sus características. Nos encantan las curvas que se forman en algunas estalactitas (parece como si la tierra sobre nosotros@s se estuviese derritiendo).
Los murciélagos delatan su “escondite” con su peculiar sonido y los molesto brevemente (con el flash de mi cámara) para llevarnos esta imagen.
La cueva no es muy grande, pero la exploramos con calma, observando con detenimiento cada detalle, tratando de transmitir a nuestra pequeña exploradora nuestro asombro y respeto por la hermosa creación Divina…
Esto no es una “COLUMNA”, más bien la llamaríamos “MURALLA”.
Realmente estas experiencias despiertan todos tus sentidos y te llevan a estar en el presente, AQUÍ, AHORA… nada más importa en este lugar.
No hay límites para el aprendizaje activo y vivencial…
El contacto directo con la naturaleza y los seres que allí habitan es el mejor parque de diversiones para Lola…
Acompañarla en estas aventuras mientras descubre los límites de su cuerpo, sus capacidades y habilidades… guiándola a explorar sin miedo a ensuciarse, a conocer la naturaleza utilizando TODOS SUS SENTIDOS y promoviendo el respeto por la vida (dejando todo justo como lo encontramos) nos llena de alegría y nos une como familia.
Siempre de la mano de su héroe…
Sigan visitando los hermoso lugares de nuestra isla…
¡Que Disfruten!
K
La Vuelta a Puerto Rico en la Silver Van…
Hace poco, mi amado compañero de vida decidió compartir “en las buenas” y me regaló una guagüita chulísima. Con esta nueva herramienta a la mano, hemos decidido montar a algunos de nuestros grandes amigos e ir a visitar los rincones escondidos de nuestro bello Puerto Rico… Te invitamos a compartir con nosotr@s esta aventura…
sábado, 12 de noviembre de 2011
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Reserva Natural de Humacao
Estuvimos paseando por la Reserva Natural de Humacao y realmente no es el área mejor conservada de Puerto Rico, pero tiene su magia…
Es una buena caminata y l@s chic@s la pasaron muy bien explorando sus encantos.
Aquí les dejo lo que vimos…
Lo primero que encontramos fue un cartel donde nos presentan las especies de flora y fauna que podremos observar en el lugar.
¿Qué ven ustedes aquí?
Mis chic@s vieron muchas oportunidades para divertirse…
...saltar....
...practicar el balance y la camaradería.
No había ningún empleado que pudiera darnos información acerca del propósito de estas bombas de agua… ni hace cuánto están aquí.
Pero están y las utilizamos a nuestro modo…
Luego comenzó la caminata…
Llegamos hasta una playa (con bastante basura) pero con mucha madera para jugar.
Y subimos por los caminos de un mogote...
...para encontrar una linda vista del área noreste de la isla.
Estuvimos alrededor de dos horas y media caminando por esta Reserva y nos pareció bastante fácil (las edades de los caminantes fluctuaban entre los 4 y 59 años)…
Volveremos pronto por estos "lares" porque justo al frente alquilan kayaks (pero hoy no estamos preparados).
Es una buena caminata y l@s chic@s la pasaron muy bien explorando sus encantos.
Aquí les dejo lo que vimos…
Lo primero que encontramos fue un cartel donde nos presentan las especies de flora y fauna que podremos observar en el lugar.
¿Qué ven ustedes aquí?
Mis chic@s vieron muchas oportunidades para divertirse…
...saltar....
...practicar el balance y la camaradería.
No había ningún empleado que pudiera darnos información acerca del propósito de estas bombas de agua… ni hace cuánto están aquí.
Pero están y las utilizamos a nuestro modo…
Luego comenzó la caminata…
Llegamos hasta una playa (con bastante basura) pero con mucha madera para jugar.
Y subimos por los caminos de un mogote...
...para encontrar una linda vista del área noreste de la isla.
Estuvimos alrededor de dos horas y media caminando por esta Reserva y nos pareció bastante fácil (las edades de los caminantes fluctuaban entre los 4 y 59 años)…
Volveremos pronto por estos "lares" porque justo al frente alquilan kayaks (pero hoy no estamos preparados).
viernes, 26 de agosto de 2011
Mi desliz en el Yunque...
A mediados de julio mi prima llegó de Colorado para celebrar su boda en Puerto Rico. Desde pequeña soñaba con celebrar su gran día en las montañas de Cayey.
Como ell@s conocen de nuestras aventuras en la Silver Van, nos pidieron que acompañáramos a la comitiva de familiares y amigos que viajaron de EU por un paseo en el Yunque.
Vergonzosamente (porque nací y siempre he vivido en Puerto Rico) conocí El Yunque después de la adolescencia. Pero desde que lo visité por primera vez, voy por lo menos cuatro veces al año a refrescarme en sus aguas congeladas y alimentarme de su exuberante belleza.
Mi familia quería ver La Mina, pero cuando llegamos allí no había espacio en la charca ni para los renacuajos que allí habitan. Así es que decidimos (después de tomar las fotos de rigor) que los conduciríamos a una charca que hay más abajo. Pasamos por debajo del puente peatonal y bajamos por las piedras hasta la segunda charca, que también tiene una cascada muy bonita (aunque mucho más pequeña que La Mina).
Justo antes de llegar a la charca me resbalé en una piedra y bajé deslizándome por la misma hasta parar en seco con otra piedra. Escuché “crac, crac” y sentí un dolor increíble. ¡¡¡¡Acabo de dañar la excursión con un tobillo roto y mi familia ni si quiera se ha mojado los pies!!!!!
Puse mi mejor cara y les dije que se bañaran en la charca en lo que se me pasaba el dolor… Pero el dolor no pasó, tuvimos que llamar a Emergencias Médicas y ellos tuvieron que llamar al equipo de Rescate.
Despedí a los novios y la comitiva de visitantes con direcciones para llegar a los Kioscos de Luquillo ya que como íbamos la ida por la vuelta, no habíamos llevado NADA.
Abajo nos quedamos mi hermana, mi esposo, mi hija y yo. Pero los puertorriqueños somos tan espléndidos que no nos faltó nada. Mientras esperábamos por los Técnicos de Emergencias Médicas aparecieron cuatro Tylenol, para calmar el dolor, cuatro emparedados de jamón y queso, un paquete entero de galletas de avena y un pote grande de Gatorade que compartimos con gusto.
Estuve 6 horas El Yunque con el tobillo fracturado. Dos horas esperando a Emergencias Médicas, una hora esperando a Rescate y tres horas amarrada a una camilla.
Los caminos son estrechos y es bien difícil cargar una camilla a través de ellos.
Pero yo viajaba con una vista estupenda de la copa de los árboles.
Cuando el personal de Rescate estaba extenuado se detuvieron y comenzaron a amarrar sogas azules a la camilla…
Y si señores, me ARRASTRARON por el mini camino pedregoso del Yunque, haciendo un ruido ensordecedor (por lo menos para el que va sobre la camilla de plástico) y parando dolorosamente con las infinitas piedras que se levantaban un poco del caminito de cemento. Esta técnica de traslado me lastimó bastante el tobillo y el orgullo… Pero agradezco humildemente el esfuerzo de estos muchachos que voluntariamente (porque no les pagan por este trabajo) me ayudaron a llegar hasta el estacionamiento.
Luego de la larga travesía nos esperaba arriba mi tía y su esposo (los padres de la novia) quienes nos habían comprado una merienda y esperaron (con la paciencia que caracteriza a los americanos) a que yo estuviera a salvo en el auto.
Desde hace ya un mes ando de pasajera en la Silver Van y hemos tenido un receso forzoso de nuestra vuelta a Puerto Rico (no hay muchos lugares extremos que yo pueda o quiera accesar en mis super muletas).
Tuvieron que operarme para poner una placa de metal y seis tornillos… aquí esta mi nuevo “souvenir”….
Como ell@s conocen de nuestras aventuras en la Silver Van, nos pidieron que acompañáramos a la comitiva de familiares y amigos que viajaron de EU por un paseo en el Yunque.
Vergonzosamente (porque nací y siempre he vivido en Puerto Rico) conocí El Yunque después de la adolescencia. Pero desde que lo visité por primera vez, voy por lo menos cuatro veces al año a refrescarme en sus aguas congeladas y alimentarme de su exuberante belleza.
Mi familia quería ver La Mina, pero cuando llegamos allí no había espacio en la charca ni para los renacuajos que allí habitan. Así es que decidimos (después de tomar las fotos de rigor) que los conduciríamos a una charca que hay más abajo. Pasamos por debajo del puente peatonal y bajamos por las piedras hasta la segunda charca, que también tiene una cascada muy bonita (aunque mucho más pequeña que La Mina).
Justo antes de llegar a la charca me resbalé en una piedra y bajé deslizándome por la misma hasta parar en seco con otra piedra. Escuché “crac, crac” y sentí un dolor increíble. ¡¡¡¡Acabo de dañar la excursión con un tobillo roto y mi familia ni si quiera se ha mojado los pies!!!!!
Puse mi mejor cara y les dije que se bañaran en la charca en lo que se me pasaba el dolor… Pero el dolor no pasó, tuvimos que llamar a Emergencias Médicas y ellos tuvieron que llamar al equipo de Rescate.
Despedí a los novios y la comitiva de visitantes con direcciones para llegar a los Kioscos de Luquillo ya que como íbamos la ida por la vuelta, no habíamos llevado NADA.
Abajo nos quedamos mi hermana, mi esposo, mi hija y yo. Pero los puertorriqueños somos tan espléndidos que no nos faltó nada. Mientras esperábamos por los Técnicos de Emergencias Médicas aparecieron cuatro Tylenol, para calmar el dolor, cuatro emparedados de jamón y queso, un paquete entero de galletas de avena y un pote grande de Gatorade que compartimos con gusto.
Estuve 6 horas El Yunque con el tobillo fracturado. Dos horas esperando a Emergencias Médicas, una hora esperando a Rescate y tres horas amarrada a una camilla.
Los caminos son estrechos y es bien difícil cargar una camilla a través de ellos.
Pero yo viajaba con una vista estupenda de la copa de los árboles.
Cuando el personal de Rescate estaba extenuado se detuvieron y comenzaron a amarrar sogas azules a la camilla…
Y si señores, me ARRASTRARON por el mini camino pedregoso del Yunque, haciendo un ruido ensordecedor (por lo menos para el que va sobre la camilla de plástico) y parando dolorosamente con las infinitas piedras que se levantaban un poco del caminito de cemento. Esta técnica de traslado me lastimó bastante el tobillo y el orgullo… Pero agradezco humildemente el esfuerzo de estos muchachos que voluntariamente (porque no les pagan por este trabajo) me ayudaron a llegar hasta el estacionamiento.
Luego de la larga travesía nos esperaba arriba mi tía y su esposo (los padres de la novia) quienes nos habían comprado una merienda y esperaron (con la paciencia que caracteriza a los americanos) a que yo estuviera a salvo en el auto.
Desde hace ya un mes ando de pasajera en la Silver Van y hemos tenido un receso forzoso de nuestra vuelta a Puerto Rico (no hay muchos lugares extremos que yo pueda o quiera accesar en mis super muletas).
Tuvieron que operarme para poner una placa de metal y seis tornillos… aquí esta mi nuevo “souvenir”….
jueves, 14 de julio de 2011
Villas del Lago Caonillas...
Hace poco nos dimos la vuelta por Utuado. Como estábamos de aniversario decidimos quedarnos dos noches y escogimos las Villas del Lago Caonillas.
Conocí de estas Villas a través de un folleto informativo u opúsculo de la Compañía de Parques Nacionales (CPN). No se si ustedes lo saben, pero la CPN cuenta con 6 Centros Vacacionales alrededor de nuestra hermosa isla.
No habíamos visto el lugar y las fotos por Internet no eran muy descriptivas; pero las Villas del Lago Caonillas nos sorprendieron con los imponentes colores de sus cabañas y una vista espectacular… A un costo de $71.00 la noche duermen hasta 6 personas (tienen un solo cuarto, los otros cuatro duermen en la sala). Es pequeña pero acogedora y está bien limpia.
Éramos la única familia en el complejo así es que no se oía nada… El viento hacía un sonido como de lluvia mientras se movía entre los pinos enormes que rodeaban las cabañas. Y el lago se extendía frente a nuestra terraza, donde pasamos las noches hablando alrededor de la barbacoa (que llevamos nosotros).
Tan pronto nos acomodamos (el check in es a las 3:00), salimos a disfrutar el rato de sol que quedaba admirando el lago desde el kayak. El lago era inmenso (bordearlo con el kayak te toma alrededor de dos horas y media) y estaba limpio. A mitad de camino Lola preguntó si se podía dar un chapuzón y cuando le dijeron que sí se tiró sin pensarlo dos veces.
La Terraza…
La sala está habilitada con 4 “sofás” que a la vez son camas “twin”. Nosotros llevamos un mattress inflable pero la verdad es que no hacía falta.
En el cuarto hay una cama que ellos alegan que es “queen” a mi me pareció bastante “full”, pero para dos días estaba perfecto. A Lola le hicimos una extención utilizando uno de los mattress de la sala y unos banquitos que había para la mesa de comer (no fotografiada).
Sin duda alguna volveremos por Utuado y cuando lo hagamos, esperamos quedarnos en este mágico lugar…
Conocí de estas Villas a través de un folleto informativo u opúsculo de la Compañía de Parques Nacionales (CPN). No se si ustedes lo saben, pero la CPN cuenta con 6 Centros Vacacionales alrededor de nuestra hermosa isla.
No habíamos visto el lugar y las fotos por Internet no eran muy descriptivas; pero las Villas del Lago Caonillas nos sorprendieron con los imponentes colores de sus cabañas y una vista espectacular… A un costo de $71.00 la noche duermen hasta 6 personas (tienen un solo cuarto, los otros cuatro duermen en la sala). Es pequeña pero acogedora y está bien limpia.
Éramos la única familia en el complejo así es que no se oía nada… El viento hacía un sonido como de lluvia mientras se movía entre los pinos enormes que rodeaban las cabañas. Y el lago se extendía frente a nuestra terraza, donde pasamos las noches hablando alrededor de la barbacoa (que llevamos nosotros).
Tan pronto nos acomodamos (el check in es a las 3:00), salimos a disfrutar el rato de sol que quedaba admirando el lago desde el kayak. El lago era inmenso (bordearlo con el kayak te toma alrededor de dos horas y media) y estaba limpio. A mitad de camino Lola preguntó si se podía dar un chapuzón y cuando le dijeron que sí se tiró sin pensarlo dos veces.
La Terraza…
La sala está habilitada con 4 “sofás” que a la vez son camas “twin”. Nosotros llevamos un mattress inflable pero la verdad es que no hacía falta.
En el cuarto hay una cama que ellos alegan que es “queen” a mi me pareció bastante “full”, pero para dos días estaba perfecto. A Lola le hicimos una extención utilizando uno de los mattress de la sala y unos banquitos que había para la mesa de comer (no fotografiada).
Sin duda alguna volveremos por Utuado y cuando lo hagamos, esperamos quedarnos en este mágico lugar…
sábado, 9 de julio de 2011
Celebrando nuestro Amor en Utuado...
En nuestra primera mañana Utuadeña, nos dirigimos al Río Tanamá. Una amigo de la familia tiene una finca privada y muy amablemente nos permitió cruzar por la misma.
Llegando al área de estacionamiento nos encontramos con un grupo de becerros al lado de la carretera y este me cautivó. Recuerdo el abrevadero de las vacas de mi abuelo cuando era pequeña y lo mucho que me molestaba que el no me dejara nadar allí (a mi me parecía una piscina fantástica).
Hay que caminar un poco desde el auto hasta la entrada de la finca y una vez allí caminar bastante más (1 milla y media, que de ida es bajando y de vuelta subiendo) por un camino de piedra y tierra hasta el río. Como sabíamos esto de antemano venimos con almuerzo, merienda y mucho agua (ya que no pensamos irnos pronto).
Cuando llegamos al río vimos este letrero que desvió nuestra atención y nos metimos por la vereda a la que este conducía…
¡¡¡Un puente colgante!!! Excelente forma de comenzar esta aventura… Un poco más adelante (al lado del río) dejamos nuestras pertenencias y nos llevamos solo lo necesario para nadar bajo la cueva.
El camino es bastante largo, la dificultad moderada y la naturaleza espesa. Caminamos 20 minutos más atravesando varios obstáculos naturales y por fin llegamos a nuestro destino.
Con un calor terrible y los pies cansados llegamos al camino de descenso hacia el río. Este camino es bastante empinado y fangoso así es que procedimos con calma y cautela, aunque nos moríamos por disfrutar del agua fresca.
Luego de refrescarnos por un ratito nos reagrupamos para inflar los flotadores y comenzar la exploración de la cueva.
La entrada de la cueva es majestuosa… inmensamente alta, mucho más de lo que aparenta en esta fotografía y el agua te mueve hacia la cueva sin prisa.
Desde abajo vemos esta formación cársica impresionante y su vegetación imponente contrastando con el hermoso azul del cielo.
No puedo describir con palabras la emoción que había en el ambiente en este momento. La mezcla de entusiasmo y nervios nos mantuvo sonriendo durante todo el trayecto y la oscuridad hizo que los flotadores permanecieran pegaditos (me imagino que algunos todavía tenemos cierto miedo a la oscuridad).
La verdad es que dentro de la cueva no podías ver nada, solo al que estaba inmediatamente a tu lado. Pero podíamos sentir los murciélagos volando sobre nosotros y esto le añadía emoción a la travesía. Mi vecina de balsa me apretaba el brazo y el sonido de las risas nerviosas invadió la cueva. El flash de la cámara a prueba de agua nos permitió tomar unas fotos espectaculares.
Desde adentro siempre puedes ver algo de luz por la entrada o la salida de esta caverna subterránea.
Durante nuestro recorrido nos encontramos con varios botes de Batey Zipline Tours (una compañía netamente BORICUA, quienes ofrecen excursiones guiadas para una aventura más completa y segura).
He aquí la única foto que capturamos de un murciélago en movimiento… (para apreciarlo tienes que agrandar la imagen pulsando sobre la misma).
El recorrido a través del río subterráneo dura entre 8 y 10 minutos si dejas que el agua te lleve a su paso…
Que triste el sonido cuando se acaba…
pero que hermoso el paisaje que nos recibe…
Una mirada nostálgica hacia la cueva a través del lente de mi hermano…
Definitivamente la travesía a través de la cueva fue la parte más emocionante y divertida del recorrido, pero la aventura no terminó ahí. Tan pronto salimos nos esperaba la liana de “Tarzán” para saltar en el medio de la charca. Tod@s se divirtieron muchísimo (ya sea saltando como monos de la liana o riéndose de los que no saltamos con tanta gracia).
Luego de la liana hicimos varios saltos. Un nivel intermedio, para los atrevidos…
Y uno de nivel avanzado para los más intrépidos…
La naturaleza del lugar no dejaba de sorprendernos…
Las mariposas volaban alrededor de nosotros tan rápido que no logramos capturarlas en una foto, pero sus colores amarillo y negro alegraban el paisaje verde denso de esta hermosa montaña.
Aquí están explorando una cueva que encontramos de camino a la "Ventana del Arco". En esta cueva habitan miles de murciélagos que salieron volando al sentirse invadidos.
Luego de tomar esta foto las baterías de la cámara nos traicionaron… y es una verdadera pena porque vimos una “cascada escalera” realmente impresionante (puedes subir literalmente por los escalones naturales de la cascada) y la “Ventana del Arco” es verdaderamente majestuosa…
Llegando al área de estacionamiento nos encontramos con un grupo de becerros al lado de la carretera y este me cautivó. Recuerdo el abrevadero de las vacas de mi abuelo cuando era pequeña y lo mucho que me molestaba que el no me dejara nadar allí (a mi me parecía una piscina fantástica).
Hay que caminar un poco desde el auto hasta la entrada de la finca y una vez allí caminar bastante más (1 milla y media, que de ida es bajando y de vuelta subiendo) por un camino de piedra y tierra hasta el río. Como sabíamos esto de antemano venimos con almuerzo, merienda y mucho agua (ya que no pensamos irnos pronto).
Cuando llegamos al río vimos este letrero que desvió nuestra atención y nos metimos por la vereda a la que este conducía…
¡¡¡Un puente colgante!!! Excelente forma de comenzar esta aventura… Un poco más adelante (al lado del río) dejamos nuestras pertenencias y nos llevamos solo lo necesario para nadar bajo la cueva.
El camino es bastante largo, la dificultad moderada y la naturaleza espesa. Caminamos 20 minutos más atravesando varios obstáculos naturales y por fin llegamos a nuestro destino.
Con un calor terrible y los pies cansados llegamos al camino de descenso hacia el río. Este camino es bastante empinado y fangoso así es que procedimos con calma y cautela, aunque nos moríamos por disfrutar del agua fresca.
Luego de refrescarnos por un ratito nos reagrupamos para inflar los flotadores y comenzar la exploración de la cueva.
La entrada de la cueva es majestuosa… inmensamente alta, mucho más de lo que aparenta en esta fotografía y el agua te mueve hacia la cueva sin prisa.
Desde abajo vemos esta formación cársica impresionante y su vegetación imponente contrastando con el hermoso azul del cielo.
No puedo describir con palabras la emoción que había en el ambiente en este momento. La mezcla de entusiasmo y nervios nos mantuvo sonriendo durante todo el trayecto y la oscuridad hizo que los flotadores permanecieran pegaditos (me imagino que algunos todavía tenemos cierto miedo a la oscuridad).
La verdad es que dentro de la cueva no podías ver nada, solo al que estaba inmediatamente a tu lado. Pero podíamos sentir los murciélagos volando sobre nosotros y esto le añadía emoción a la travesía. Mi vecina de balsa me apretaba el brazo y el sonido de las risas nerviosas invadió la cueva. El flash de la cámara a prueba de agua nos permitió tomar unas fotos espectaculares.
Desde adentro siempre puedes ver algo de luz por la entrada o la salida de esta caverna subterránea.
Durante nuestro recorrido nos encontramos con varios botes de Batey Zipline Tours (una compañía netamente BORICUA, quienes ofrecen excursiones guiadas para una aventura más completa y segura).
He aquí la única foto que capturamos de un murciélago en movimiento… (para apreciarlo tienes que agrandar la imagen pulsando sobre la misma).
El recorrido a través del río subterráneo dura entre 8 y 10 minutos si dejas que el agua te lleve a su paso…
Que triste el sonido cuando se acaba…
pero que hermoso el paisaje que nos recibe…
Una mirada nostálgica hacia la cueva a través del lente de mi hermano…
Definitivamente la travesía a través de la cueva fue la parte más emocionante y divertida del recorrido, pero la aventura no terminó ahí. Tan pronto salimos nos esperaba la liana de “Tarzán” para saltar en el medio de la charca. Tod@s se divirtieron muchísimo (ya sea saltando como monos de la liana o riéndose de los que no saltamos con tanta gracia).
Luego de la liana hicimos varios saltos. Un nivel intermedio, para los atrevidos…
Y uno de nivel avanzado para los más intrépidos…
La naturaleza del lugar no dejaba de sorprendernos…
Las mariposas volaban alrededor de nosotros tan rápido que no logramos capturarlas en una foto, pero sus colores amarillo y negro alegraban el paisaje verde denso de esta hermosa montaña.
Aquí están explorando una cueva que encontramos de camino a la "Ventana del Arco". En esta cueva habitan miles de murciélagos que salieron volando al sentirse invadidos.
Luego de tomar esta foto las baterías de la cámara nos traicionaron… y es una verdadera pena porque vimos una “cascada escalera” realmente impresionante (puedes subir literalmente por los escalones naturales de la cascada) y la “Ventana del Arco” es verdaderamente majestuosa…
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