jueves, 14 de julio de 2011

Villas del Lago Caonillas...

Hace poco nos dimos la vuelta por Utuado. Como estábamos de aniversario decidimos quedarnos dos noches y escogimos las Villas del Lago Caonillas.



Conocí de estas Villas a través de un folleto informativo u opúsculo de la Compañía de Parques Nacionales (CPN). No se si ustedes lo saben, pero la CPN cuenta con 6 Centros Vacacionales alrededor de nuestra hermosa isla.
No habíamos visto el lugar y las fotos por Internet no eran muy descriptivas; pero las Villas del Lago Caonillas nos sorprendieron con los imponentes colores de sus cabañas y una vista espectacular… A un costo de $71.00 la noche duermen hasta 6 personas (tienen un solo cuarto, los otros cuatro duermen en la sala). Es pequeña pero acogedora y está bien limpia.



Éramos la única familia en el complejo así es que no se oía nada… El viento hacía un sonido como de lluvia mientras se movía entre los pinos enormes que rodeaban las cabañas. Y el lago se extendía frente a nuestra terraza, donde pasamos las noches hablando alrededor de la barbacoa (que llevamos nosotros).




Tan pronto nos acomodamos (el check in es a las 3:00), salimos a disfrutar el rato de sol que quedaba admirando el lago desde el kayak. El lago era inmenso (bordearlo con el kayak te toma alrededor de dos horas y media) y estaba limpio. A mitad de camino Lola preguntó si se podía dar un chapuzón y cuando le dijeron que sí se tiró sin pensarlo dos veces.


La Terraza…



La sala está habilitada con 4 “sofás” que a la vez son camas “twin”. Nosotros llevamos un mattress inflable pero la verdad es que no hacía falta.


En el cuarto hay una cama que ellos alegan que es “queen” a mi me pareció bastante “full”, pero para dos días estaba perfecto. A Lola le hicimos una extención utilizando uno de los mattress de la sala y unos banquitos que había para la mesa de comer (no fotografiada).



Sin duda alguna volveremos por Utuado y cuando lo hagamos, esperamos quedarnos en este mágico lugar…

sábado, 9 de julio de 2011

Celebrando nuestro Amor en Utuado...

En nuestra primera mañana Utuadeña, nos dirigimos al Río Tanamá. Una amigo de la familia tiene una finca privada y muy amablemente nos permitió cruzar por la misma.
Llegando al área de estacionamiento nos encontramos con un grupo de becerros al lado de la carretera y este me cautivó. Recuerdo el abrevadero de las vacas de mi abuelo cuando era pequeña y lo mucho que me molestaba que el no me dejara nadar allí (a mi me parecía una piscina fantástica).



Hay que caminar un poco desde el auto hasta la entrada de la finca y una vez allí caminar bastante más (1 milla y media, que de ida es bajando y de vuelta subiendo) por un camino de piedra y tierra hasta el río. Como sabíamos esto de antemano venimos con almuerzo, merienda y mucho agua (ya que no pensamos irnos pronto).



Cuando llegamos al río vimos este letrero que desvió nuestra atención y nos metimos por la vereda a la que este conducía…


¡¡¡Un puente colgante!!! Excelente forma de comenzar esta aventura… Un poco más adelante (al lado del río) dejamos nuestras pertenencias y nos llevamos solo lo necesario para nadar bajo la cueva.


El camino es bastante largo, la dificultad moderada y la naturaleza espesa. Caminamos 20 minutos más atravesando varios obstáculos naturales y por fin llegamos a nuestro destino.
Con un calor terrible y los pies cansados llegamos al camino de descenso hacia el río. Este camino es bastante empinado y fangoso así es que procedimos con calma y cautela, aunque nos moríamos por disfrutar del agua fresca.


Luego de refrescarnos por un ratito nos reagrupamos para inflar los flotadores y comenzar la exploración de la cueva.


La entrada de la cueva es majestuosa… inmensamente alta, mucho más de lo que aparenta en esta fotografía y el agua te mueve hacia la cueva sin prisa.


Desde abajo vemos esta formación cársica impresionante y su vegetación imponente contrastando con el hermoso azul del cielo.


No puedo describir con palabras la emoción que había en el ambiente en este momento. La mezcla de entusiasmo y nervios nos mantuvo sonriendo durante todo el trayecto y la oscuridad hizo que los flotadores permanecieran pegaditos (me imagino que algunos todavía tenemos cierto miedo a la oscuridad).


La verdad es que dentro de la cueva no podías ver nada, solo al que estaba inmediatamente a tu lado. Pero podíamos sentir los murciélagos volando sobre nosotros y esto le añadía emoción a la travesía. Mi vecina de balsa me apretaba el brazo y el sonido de las risas nerviosas invadió la cueva. El flash de la cámara a prueba de agua nos permitió tomar unas fotos espectaculares.


Desde adentro siempre puedes ver algo de luz por la entrada o la salida de esta caverna subterránea.


Durante nuestro recorrido nos encontramos con varios botes de Batey Zipline Tours (una compañía netamente BORICUA, quienes ofrecen excursiones guiadas para una aventura más completa y segura).


He aquí la única foto que capturamos de un murciélago en movimiento… (para apreciarlo tienes que agrandar la imagen pulsando sobre la misma).


El recorrido a través del río subterráneo dura entre 8 y 10 minutos si dejas que el agua te lleve a su paso…


Que triste el sonido cuando se acaba…
pero que hermoso el paisaje que nos recibe…


Una mirada nostálgica hacia la cueva a través del lente de mi hermano…


Definitivamente la travesía a través de la cueva fue la parte más emocionante y divertida del recorrido, pero la aventura no terminó ahí. Tan pronto salimos nos esperaba la liana de “Tarzán” para saltar en el medio de la charca. Tod@s se divirtieron muchísimo (ya sea saltando como monos de la liana o riéndose de los que no saltamos con tanta gracia).


Luego de la liana hicimos varios saltos. Un nivel intermedio, para los atrevidos…



Y uno de nivel avanzado para los más intrépidos…


La naturaleza del lugar no dejaba de sorprendernos…
Las mariposas volaban alrededor de nosotros tan rápido que no logramos capturarlas en una foto, pero sus colores amarillo y negro alegraban el paisaje verde denso de esta hermosa montaña.


Aquí están explorando una cueva que encontramos de camino a la "Ventana del Arco". En esta cueva habitan miles de murciélagos que salieron volando al sentirse invadidos.


Luego de tomar esta foto las baterías de la cámara nos traicionaron… y es una verdadera pena porque vimos una “cascada escalera” realmente impresionante (puedes subir literalmente por los escalones naturales de la cascada) y la “Ventana del Arco” es verdaderamente majestuosa…

jueves, 7 de julio de 2011

Caminando por el Bosque Río Abajo en Utuado…

Esta fue nuestra última exploración en Utuado, ya nos habíamos despedido de las Villas del Lago Caonillas y con medio día por delante decidimos recorrer las veredas de este bosque encantado. Este parque ha sido olvidado por muchos y sus portones estaban cerrados… pero su belleza alimentó nuestros sentidos por varias horas y prometemos regresar para explorar su cueva con detenimiento.


Se observa la naturaleza reclamando su espacio y el limo verde crece sobre el pavimento y las estructuras añadidas para la comodidad de los que aquí acampan.


En el estacionamiento principal (al cual entramos por el lado de la verja) encontramos un mapa de las veredas colocado por una tropa de niños escucha. Le tomamos esta foto para que nos guiara desde la cámara durante la caminata. Siguiendo nuestro recién descubierto amor por el mundo subterráneo decidimos explorar la vereda que culminaba en una cueva.


Las veredas están hechas de piedras rugosas (de las que duelen si te tropiezas y dejan una marca si te caes) así es que deben llevar zapatos cerrados y cómodos. Ahora, también hay áreas fangosas por lo que conviene tener otro par de zapatos en el auto.


La ruta hacia la cueva estaba muy bien identificada y la caminata desde la callecita hasta la cueva no es muy larga (alrededor de 20 minutos) pero el calor es intenso y la humedad te arropa, así es que muy pronto comienzas a sudar. Esta es, creo, la primera vez que veo a mi hermana con el cabello en una dona (siempre lo lleva suelto).


Tod@s traíamos el traje de baño puesto y nos desilusionó un poco no encontrar un río en el Bosque Río Abajo. A través de la vereda nos cruzamos varias veces con una quebradita que apenas nos servía para refrescarnos los pies.



Solo al llegar a la hermosa cueva le pudimos dar sentido al nombre. El sonido de la quebraba se amplificaba bastante dentro de la cueva. Es un sonido que invita, que tranquiliza… un sonido que inspira los sentidos (puedes imaginar como se ve esta cascada, imaginas como se sentirá el agua fría cuando toque tu cabeza).


No puedes ver nada en la cueva pero el flash de la cámara nos permitió tomar fotos de lo que no veíamos y seguimos la ruta del agua utilizando las imágenes de la cámara y la luz de un celular.



Hay un río bajo esta cueva (Bosque Río Abajo) y no pudimos explorar el mismo por falta de equipo y porque llevábamos una carga muy valiosa (nuestra hija de 4 años). Pero sus recovecos nos dejaron hambrientos y pronto volveremos a saciar nuestro apetito por la aventura.



Hay algo mágico y místico en este lugar… detenerse a oscuras dentro de esta cueva a observar el verdor y la belleza del bosque puede lograr un cambio en tu forma de ver la vida. Compartir estas experiencias con la gente que amas… pues lo magnifica todo.


Luego de explorar el bosque (veredas y la cueva) por varias horas, el hambre se hizo sentir, así es que regresamos al área de acampe.



Disfrutamos de un picnic en una de las áreas disponibles para este propósito. Aprovechamos además las facilidades de agua para limpiar los zapatos que tenían una doble suela de fango y hojas…



Esperamos que este blog les inspire a explorar las bellezas de nuestra isla y les ayude a poner a nuestr@s chic@s y los no tan chic@s en contacto con la naturaleza.